SIMBOLOS

HIMNO A MOQUEGUA

En el año de 1969 la Municipalidad convocó a un concurso: para la creación del Himno a Moquegua. Se nombró un jurado conformado por los Reverendos padres Anselmo Chávez y Juan José Villema; de igual manera por la señorita Diana León Juarez y el Señor Luis Kuon Cabello.

Las piezas musicales que se presentaron fueron interpretadas al compás del piano de la Escuela Normal Mixta de Samegua, teniendo la dicha de salir en primer puesto la letra del moqueguano Profesor Hebert de la Flor Ángulo, y la melodía es del músico Don Dario González, arequipeño.

El jurado, previa autorización de los creadores del Himno, hizo ligeros arreglos en la letra y en la música, esto para lograr una mejor interpretación. Se entonó oficialmente el Himno a Moquegua el 21 de Noviembre de 1969 con motivo del 428 Aniversario de la Fundación Española, en el cine Teatro Mariscal Nieto; estuvo     a cargo de la interpretación musical Banda del B.I. San Pablo 41, la letra por el coro mixto del Colegio Juan XXIII y de las señoritas de la Gran Unidad Escolar Santa Fortunata.

Desde entonces en todas las escuelas, colegios, Unidades Escolares, Centros Superiores, Actos Cívicos y Militares, se entona con reverencia el Himno a Moquegua.

HIMNO DE MOQUEGUA 

A Moquegua la tierra querida
Hoy cantemos un himno viril
En la historia tu nombre perdure
Por tus hijos valor y lealtad.

ESTROFAS 

El altar de la patria es grandioso 
con Nieto el gran Mariscal
y ese altar se enaltece y exalta
con Urquieta y su noble ideal.
Mercedes cabello de Carbonera
Con su estilo cual sola triunfó
Mariátegui, luz de América
Como rayo d4e cielo brilló.

No olvidemos a Manuel Ubalde
Galardón de la patria, el Perú
Ni las bellas heroicas páginas 
Que en su historia Moquegua escribió.
Bendigamos el nombre querido 
de Moquegua su noble blasón 
alumbrando el destino del pueblo 
con la tea que enciende la fe.

Moqueguanos, unidos al cielo
Elevemos un canto triunfal
Ensalzando la ubérrima tierra
Que un día nos viera nacer.

CORO

A Moquegua, la tierra querida 
Hoy cantemos un himno viril
Dan la historia tu nombre perdure
Por tus valores y lealtad.

Letra: Herbert de la Flor Angulo
Música: Dario Gonzales



ESCUDO DE MOQUEGUA
Hasta el año 1975, Moquegua no tenia escudo, aunque era creencia en muchos que el Escudo de Moquegua, se hallaba esculpido en el frontón de la fachada del antiguo mercado de Abastos de la sexta cuadra del jirón Ayacucho. Dicho escudo se halla dividido en tres campos: dos en la parte superior, llevando el del lado derecho una iglesia figurando en el lado izquierdo un árbol, al parecer un ficus; el tercer campo en la parte inferior contiene cuatro barras verticales de plata.

Este escudo fue ideado en 1946 por el Párroco de Moquegua Víctor F. Díaz y el alumno Libertano Fernando Zapata Tejerina cuando llevan a cabo los trabajos de reparación y ampliación del Mercado de Abastos, en la gestión Junta Municipal Transitoria, presidida por Carlos Alberto Fernández Dávila.

También durante un buen tiempo, dio motivo a diversas especulaciones el escudo que representando a Moquegua, se venía divulgando en láminas y cuadernos. Dicho escudo con dos campos, llevaba en superior tres volcanes arrojando humo, que serían el Ticsani de Carumas, el Huaynaputina de Omate y el Ubinas del pueblo del mismo nombre; en le campo de la parte inferior un racimo de uvas con dos hojas de parra y debajo la leyenda: "CIUDAD BENEMERITA A LA PATRIA". Seguramente, con pretensiones de oficializar este último escudo, apareció en la caratula del programa municipal de los años 1973 y 1974 sobre los actos celebratorios del aniversario de la Ciudad, y también en la primera página del Suplemento del diario "Correo" de Tacna, del 25 de Noviembre de 1974 editado en homenaje de Moquegua. Probablemente este escudo fue creación de alguna empresa editora de figuras de álbum, tan en boga en estos tiempo y cuya colección tanto incentiva el interés de los escolares, o de alguna firma impresora de cuadernos.

Siendo Alcalde el Ing. Augusto Vizcarra Chocano, elegido en las elecciones municipales para el periodo 1964 - 1966, se cursaron oficios a diferentes instituciones y personas de la localidad, haciéndose también propaganda para un concurso para dotar a Moquegua de un escudo, sin haberse alcanzado éxito en tal propósito.

Solo en 1975 se crea el Escudo Departamental de Moquegua, cuando el consejo Provincial presidido por el Ing. Héctor Rodríguez Juárez con motivo del 434 Aniversario de la fundación de la ciudad, a cumplirse el 25 de Noviembre, promovió un concurso sobre "El Escudo Departamental de Moquegua".

De los 42 trabajos presentados quedaron cinco finalistas. El jurado constituido por. Hugo Diaz Vargas, Luis E. Kuong Cabello, Ing. Augusto Vizcarra Chocano y en representación de la comuna, Gérman Morón Arata, Tnte. Alcalde Mario Zegarra, Consejal califico como el mejor trabajo presentado con el seudónimo de "Trovador" correspondiente a Marco Augusto Zambrano Pomareda, quien se hizo acreedor al premio consistente en Diploma y Cinco mil Soles de Oro.

El escudo oficial de Moquegua, se luce en piedra grabada en relieve, en la fachada del Concejo Provincial de la ciudad desde 1976.

DESCRIPCIÓN DEL ESCUDO DE MOQUEGUA
El Escudo Departamental de Moquegua, tiene la forma del escudo español y se halla dividido en los tres campos.

En el campo izquierdo sobre un fondo azul, el mar y los peces, representan la riqueza ictiológica de Ilo y la silueta de una bolichera constituye la expresión del desarrollo de la industria pesquera en el puerto.

En el campo central sobre un fondo verde, se halla una hoja de vid, a cuyo cultivo se ha dado importancia en la zona.

Luego, en el mismo campo destaca el "Cerro Baúl", singular accidente geográfico de la región y en la limpidez del cielo azul, un sol esplendoroso determinante del clima primaveral de Moquegua.

En el campo derecho, sobre un fondo púrpura, como aditamentos de la minería, una picota y un casco dentro de éste, el perfil de una refinería, representando el avance industrial y tecnológico en el procesamiento y purificación de la riqueza mineral extraída de su suelo.

Marginando el Escudo, se luce el contorno de un lingote de cobre con la inscripción: MOQUEGUA NOBLE CIUDAD BENEMÉRITA A LA PATRIA. En la parte inferior del lingote, dos ramas cruzadas de olivo, como ex-ponente de su cultivo en el valle de Ilo y en la parte superior, sobre una cinta con los colores de la Bandera de Moquegua, un cóndor con sus alas desplegadas representando a la serranía del departamento, y en pose para remontarse a las alturas, como simbolismo del esperanzado despegue que aguarda a Moquegua hacia alturas insospechosas, por la explotación de la riqueza cuprífera de su suelo que le ha valido el significativo apelativo de "CAPITAL DEL COBRE PERUANO".

INTERPRETACIÓN HISTÓRICA DEL ESCUDO DE MOQUEGUA
El Escudo de Moquegua representa las distintas épocas de la historia de este pueblo. El cerro Baúl rememora las épocas Pre-incaica e incaica, porque en él los Cochunas con sus mujeres e hijos levantaron un fuerte (cuyos restos aún quedan) y resistieron durante cincuenta días el continuo asedio de las hueste quechuas de Maita Cápac que conquistaron Moquegua por el año 1120.

La hoja vid, recuerda a la Colonia, por el auge que en esa época alcanzó Moquegua, por el cultivo de la vid y la elaboración de vinos y aguardientes.

La República se concretiza en  los títulos de "CIUDAD (Ley de 18 de Enero de 1823) y BENEMÉRITA A LA PATRIA (Ley de 6 de Junio de 1828)" que otorgaron a Moquegua, por los "muy distinguidos servicios" prestados a la causa de la independencia y en los primeros años de nuestra vida independiente.


BANDERA DE MOQUEGUA

La bandera de Moquegua tiene, relativamente, pocos años de creación (década de 1970 aproximadamente), pero aunque parezca mentira no se cuenta con información precisa acerca de quién fue su creador, que alcalde convocó al concurso correspondiente ni en que fecha o donde se encuentre el acta que sustente su creación. El descuido de las autoridades ediles es evidente, solo se sabe que pudo haber sido durante periodo edil del Ing. Héctor Rodríguez Juárez quien luego de convocar a concurso público para la creación del Escudo, posible y arbitrariamente, se instauró la Bandera de Moquegua con los mismos colores del escudo.

Se sabe que tres son los colores distintivos de la Bandera de Moquegua: azul y púrpura en los costados y verde en el centro. Azul por su mar, verde por sus campiña y púrpura por Noviembre, el mes de su aniversario, ya que en la ciencia heráldica, el color púrpura representa a dicho mes.


ESTADIO "25 DE NOVIEMBRE"

El Estadio 25 de Noviembre es un recinto deportivo para la práctica del fútbol ubicado en la ciudad peruana de Moquegua, capital del departamento homónimo. Está situado a 1.410 msnm y es utilizado por el Club San Simón para disputar sus partidos de local en la Primera División.

El estadio es propiedad del Instituto Peruano del Deporte, fue inaugurado en el año 2009 con el partido entre Cobresol y el América Cochahuayco, en el que se impuso el cuadro local por 1-0. Tenía un aforo para 9.000 espectadores, estando aún en construcción. Ahora que ya está finalizado su capacidad es de 21.000 espectadores.

El estadio fue una de las sedes del Campeonato Sudamericano Sub-20 de 2011 que se realizó en los departamentos de Moquegua, Arequipa y Tacna.


LA PILETA ORNAMENTAL DE LA PLAZA DE ARMAS DE MOQUEGUA



De singular característica colonial, la Pileta Ornamental de la Plaza de Armas de Moquegua fue diseñada por el Francés Gustavo Eiffiel, y construida de fierro. La Pileta tiene tres cuerpos, tasa y grupo escultórico central, en el centro de la plataforma intermedia, lucen su belleza las tres gracias de la mitología griega: Aglaya, Talía y Edrosine. La Pileta fue instalada en el año 1877.





EL HISTORICO CERRO BAUL

Cerro Baúl es un yacimiento arqueológico del Perú, que data de la época preincaica y se halla sobre la cima de una meseta o cerro de acceso difícil. Está ubicado a 12 km al norte de la ciudad de Moquegua, en medio del valle del río Torata, distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto, departamento de Moquegua, y a 2.400 msnm. Fue un enclave o colonia de la cultura Huari en medio de una región bajo influjo tiahuanacota. Defendida militarmente, servía de centro de explotación de los recursos naturales de la zona que finalmente eran trasladados a la metrópoli, Huari. También se han hallado indicios de presencia Estuquiña e incaica. El cerro en cuya cima aplanada se extienden las ruinas prehispánicas es una curiosa e imponente formación geológica, que domina el paisaje moqueguano. Su nombre se debe a que el perímetro de su cima aparece cortado perpendicularmente y posee un notable parecido con un baúl, mueble que antaño era de uso muy popular en todo el Perú pero que actualmente solo se mantiene vigente en algunos sectores de la sierra.

Proyecto Contisuyo

Las exploraciones y estudios arqueológicos fueron realizados a partir de la década de 1990 en el marco del llamado Programa Contisuyo, auspiciado por la empresa minera norteamericana Southern Peru, explotadora de la cercana mina de cobre de Cuajone, y que involucraba también al Instituto Nacional de Cultura del Perú. Inicialmente, el proyecto se enfrascó en explorar la región, para descubrir y registrar los yacimientos arqueológicos, que en total llegaron a más de 500. Luego se concentró en explorar y estudiar el que es sin duda el más importante de todos esos sitios: Cerro Baúl. Integraron el proyecto un grupo de investigadores: Michael Moseley, Robert Feldman, Irene Pritzker. En 1994 se inauguró el Museo Constisuyo.

Cronología

Parte del recinto de Cerro Baúl data con seguridad de 500 a 700 de nuestra era (Horizonte Medio), época en que los huari lo convirtieron en una fortaleza y en una especie de enclave o colonia situada más allá de la frontera sur de su imperio, en medio de una zona de neta influencia tiahuanacota. Luego de la retirada huari el lugar fue ocupado por los aldeanos de los contornos. Probablemente siguió siendo usada como fuerte y una tradición referida por el Inca Garcilaso de la Vega atribuye su conquista al inca Mayta Cápac (hacia el siglo XIV).

Descripción

La cima del Cerro Baúl se encuentra cubierto en su lado sureste por una ciudadela en ruinas de aproximadamente 8 hectáreas. Allí se extienden una serie de plazas, patios, corredores y edificios de uno a dos pisos; estos edificios son de planta rectangular, cuadrangular, circular o en forma de D. En el contorno se encuentran grandes y profundos pozos que probablemente sirvieron como graneros o como cisternas para guardar agua. Por todos lados hay grandes batanes o piedras de amolar, cada una de más de 45 kg, así como pedazos de alfarería regados por el piso, de puro estilo Tiahuanaco.

Cerro Baúl es una fortaleza natural, donde se dominan los valles adyacentes. El único camino que existe hasta la cumbre es empinado y estrecho, y atraviesa por un paso sinuoso entre los antiguos muros de defensa y las escarpaduras de piedra, desde donde se podía hacer retroceder fácilmente a las tropas que intentaban asaltarla.

Enclave Huari

Cerro Baúl se halla en el valle costeño de Moquegua, que tradicionalmente ha estado bajo influjo de los habitantes del altiplano del Titicaca, quienes acudían para abastecerse de recursos costeños, como el maíz que se cultivaba en el valle medio. En la época del Horizonte Medio toda esa región se hallaba bajo el influjo político y cultural del estado de Tiahuanaco. Fue en ese contexto cuando se produjo la irrupción de los huari, procedentes de Ayacucho, que tomaron el control de Cerro Baúl de manera intrusiva y militar, tal como lo demuestra el hallazgo de numerosas puntas de proyectil y lascas de obsidiana, riolita y cuarcita, similares a los hallados en la ciudad de Huari. Mientras que su contorno se hallaba regadas de aldeas de influencia tiahuanacota, muy pobladas. Durante varios siglos, Cerro Baúl dominó esta frontera entre los imperios de Huari y Tiahuanaco. Mientras que el imperio Huari ejercía su dominio en la sierra y costa del actual Perú desde su capital cercana a la actual ciudad de Ayacucho, Tiahuanaco era un Estado con su centro religioso situado a orillas del Titicaca, cuyo territorio se extendía desde el sur del Perú hasta el norte de Chile. El valle de Moquegua, dominado por Cerro Baúl, era el único lugar donde los dos Estados convivían frente a frente.  Este enclave huari regional enquistado en Cerro Baúl debió servir sobre todo para explotar los yacimientos mineros de la región, así como para poder abastecerse de productos agrícolas de interés ceremonial, como el maíz por ejemplo. Los numerosos batanes (moledoras de piedra) hallados en Cerro Baúl habrían sido utilizados para preparar alimentos o para moler cobre. Se han encontrado también turquesas y lapislázulis. Todo ello indicaría que este enclave tenía pues, entre otras funciones, la de servir para el almacenaje previo y temporal de materiales antes de ser transportados a la ciudad de Huari

Conquista Incaica

El Inca Garcilaso de la Vega cuenta que los pobladores de la zona se hicieron fuertes concentrándose en un lugar para resistir a las tropas del Inca Mayta Cápac, que desde el altiplano avanzaba incontenible hacia la costa; todo indica que se refiera al Cerro Baúl como lugar de esa resistencia, por ser el único lugar apropiado de la región para tal estrategia. Luego de un sitio de 50 días y tras comprobar que el Inca era benevolente, los defensores se rindieron; al menos así lo relata Garcilaso: Llegaron [las tropas de Mayta Cápac] a una provincia llamada Cuchuna, de población suelta y derramada, aunque de mucha gente. Los naturales, con la nueva del nuevo ejército, hicieron un fuerte, donde se metieron con sus mujeres e hijos. Los Incas los cercaron y, por guardar el orden de su Rey, no quisieron combatir el fuerte, que era harto flaco; ofreciéronles los partidos de paz y amistad. Los enemigos no quisieron recibir ninguno. En esta porfía estuvieron los unos y los otros más de cincuenta días, en los cuales se ofrecieron muchas ocasiones en que los Incas pudieran hacer mucho daño a los contrarios, mas por guardar su antigua costumbre y el orden particular del Inca, no quisieron pelear con ellos más de apretarles con el cerco. Por otra parte les apretaba la hambre, enemiga cruel de gente cercada, y fue grande a causa que por la repentina venida de los Incas no habían hecho bastante provisión ni entendieron que porfiaran tanto en el cerco, sino que se fueran, viéndolos pertinaces. La gente mayor, hombres y mujeres, sufrían la hambre con buen ánimo, mas los muchachos y niños, no pudiendo sufrirla, se iban por los campos a buscar yerbas y muchos se iban a los enemigos, y los padres lo consentían por no verlos morir delante de sí. Los Incas los recogían y les daban de comer y algo que llevasen a sus padres, y con la poca comida les enviaban los partidos acostumbrados de paz y amistad. Todo lo cual visto por los contrarios y que no esperaban socorro, acordaron entregarse sin partido alguno, pareciéndoles que los que habían sido tan clementes y piadosos cuando ellos eran rebeldes y contrarios, lo serían mucho más cuando los viesen rendidos y humillados: así se rindieron a la voluntad de los Incas, los cuales los recibieron con afabilidad, sin mostrar enojo ni reprenderles de la pertinacia pasada; antes les hicieron amistad y les dieron de comer y les desengañaron, diciéndoles que el Inca, hijo del Sol, no procuraba ganar tierras para tiranizarlas, sino para hacer bien a moradores, como se lo mandaba su padre el Sol; y para que lo viesen por experiencia, dieron ropa de vestir y otras dádivas a los principales, diciéndoles que el Inca les hacía aquellas mercedes; a la gente común dieron bastimento para que fuesen a sus casas, con que todos quedaron muy contentos. Los arqueólogos han encontrado vestigios que indicarían que la fortaleza fue abandonada definitivamente luego de un incendio. Se especula si este siniestro fue el que puso fin a la resistencia de sus habitantes, por lo que Cerro Baúl sería una especie de Masada americana, en alusión al último reducto de resistencia de los judíos durante la primera revuelta contra Roma de los años 66 al 73 de nuestra era.

Centro de peregrinación

En época actual, Cerro Baúl es un lugar de culto a donde acuden pobladores moqueguanos de origen altiplánico que realizan pagapus o ceremonias de invocación a las divinidades andinas, con coca, velas y aguardiente. A dichas deidades se les hace pedidos de tipo material, por ejemplo, la obtención de una casa, cuya réplica en miniatura hace el individuo en el mismo lugar.

CULTURA CHIRIBAYA

La cultura Chiribaya se desarrolló en la parte centro-sur de los Andes centrales, en el actual Perú, entre los años 900 y 1350 que corresponde al periodo Intermedio Tardío. El núcleo de esta cultura, fue en la cuenca del Río Osmore que se ubica en el Distrito del Algarrobal, Provincia de Ilo, logrando una expansión por el norte con el Valle Tambo(Arequipa), Por el sur hasta el valle de Azapa (Chile) y hacia las partes altas 3.000 m.s.n.m. aprox.. Su población se dedicó a la agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio. Tuvieron fuertes relaciones con etnias vecinas como churajón, colla y lupaca, a quienes abastecían de maíz, pescado, frutas, moluscos y fertilizantes (el guano de isla). Hacia el año 1350 esta cultura fue anexada al Imperio incaico.
El núcleo de esta cultura se encontraba en la cuenca del río Osmore, ubicado en el distrito de El Algarrobal (provincia de Ilo), alcanzando por el norte el valle Tambo (Arequipa), y por el sur hasta el valle de Azapa (Chile) y hasta los 3000 msnm aproximadamente hacia las partes altas de los valles.

Organización social

Los chiribaya no eran una sociedad compleja, y los que mandaban eran jefes o caciques locales con sus familias. Vivían de la agricultura, la ganadería y la pesca y poseían una tecnología bastante avanzada. Sus casas eran de barro y caña y por eso no se han conservado. Probablemente existían algunas diferencias de estatus y, posiblemente, una elite. En esa sociedad las diferencias de clase no eran tan marcadas como en otros grupos.

Agricultura

Cultivaron principalmente el maíz, destacando también el fréjol, el camote, el jáquima, la yuca y el zapallo chaira; y frutos como la guayaba, la cúrcuma y el paca.

Ganadería

Representada por tres tipos de camélidos: las llamas, las alpacas y las vicuñas. Esta actividad se daba principalmente en los pastizales naturales de las lomas costeras, para lo cual desarrollaron una raza especial de perro: el pastor chiribaya.

Pesca

Esta actividad otorgó la dieta alimenticia básica de la población.

Arte

Dentro de las actividades de los chiribayas encontramos trabajo en metales, madera, piedra y fibra de vegetales como la totora. Esta variada producción servía como medio de intercambio con artículos del altiplano y de las selvas orientales.


VOLCAN UBINAS

Ubinas es un estratovolcán situado en el distrito de Ubinas, provincia de General Sánchez Cerro, departamento de Moquegua, al sur del Perú. Culmina a 5.672 msnm y cubre una superficie de 45 km².

Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), 23 episodios de gran actividad tanto fumarólica y de emisiones de cenizas han sido registrados desde el siglo XVI, por lo que es considerado el volcán más activo del Perú.1

Descripción


Ubinas se encuentra en el suroeste de Perú. Las laderas superiores del volcán, están compuestas principalmente por los flujos de lava andesíticos del Pleistoceno que tienen una inclinación de cerca de 45 grados. La caldera de la cumbre tiene paredes empinadas de 150 m de alto y un radio de a 1,4 km de ancho, contiene un cono de ceniza con unos 500 m de ancho, mientras que la chimenea de ventilación en forma de embudo se encuentra a 200 m de profundidad. Depósitos de escombros y avalanchas del colapso del flanco SE de Ubinas se extienden a 10 km del volcán.

El volcán es un cono compuesto construido en una meseta formada a partir del Oligoceno - Mioceno (Neógeno) ignimbritas y rocas intrusivas . Ubinas se compone de dos estructuras geológicas que dividen a dos períodos principales de su comportamiento eruptivo. El primero es el volcán más bajo de 600 m de altura llamado Ubinas 1 (período eruptivo > 376 ka ), que colapsó y formó un depósito de escombros de avalancha en la medida de hasta 12 km aguas abajo de Río Ubinas. Este colapso fue seguido por una erupción de ignimbritas no soldadas, que formaron un encharcamiento de un espesor de 150 m por 5 km de diámetro en la cima, que fue cubierta por un grueso depósito de ceniza/pómez de 100 m de espesor . Ubinas 1 está cubierto por un cono empinado más de 900 m de altura llamado Ubinas 2 (período eruptivo < 376 ka ). Ubinas 2 formó la caldera de la cumbre, con paredes de hasta 300 m de altura, que consta de los flujos de lava de alteración hidrotermal. Esta morfología fue creada por frecuentes erupciones en el Holoceno tardío del cráter interno más joven. El cráter interior es de menos de 200 m de altura y muestra alteración hidrotermal penetrante y fracturas abundantes . Eventos explosivos incontables han tenido lugar dentro de la caldera de la cumbre durante la última 9.7 ky , y se ha sugerido por Thouret que la caldera se considera gravitacionalmente inestable .

Actividad volcánica reciente

2006


Desde el 27 de marzo de 2006, su actividad aumentó fuertemente (explosiones, eyección de piedras y de cenizas), con emisiones de gases tóxicos que provocaron pérdidas de cabezas de ganado (bovinos, llamas y alpacas) y necesidad medidas preventivas de evacuación de los habitantes de la localidad deQuerapi (300 habitantes).

El 10 de mayo, mientras que la actividad se había por dos 2 semanas, se produjeron nuevamente dos explosiones. La primera proyectó cenizas hasta 1 200 metros de altitud. La segunda proyectó piedras incandescentes hasta 1 km (contra 500 metros en el momento de las explosiones precedentes). Las localidades de Ubinas, Tonohaya, Sacohaya y Anascapa, donde se refugiaron los habitantes de Querapi, estuvieron dos días y una noche con lluvia de cenizas.

Entre el 31 de mayo y 3 de junio, las nuevas explosiones justificaron el paso a la alerta naranja. Fragmentos de lava incandescente fueron expulsados a 200 metros, el penacho alcanzó 4 km de altura y las cenizas se dispersaron en las direcciones de este a sureste y hacia las localidades del distrito de Ubinas. La composición química de la fuente termal situada a 6 km al sudeste del volcán puso en evidencia una subida de gases magmáticos, por la alta la concentración en iones carbonatados. Con estos indicadores, se procedió a la evacuación completa de las poblaciones y del ganado del distrito hacia las pampas de Candagua en el distrito de Matalaque a 50 km del volcán.

El 19 de julio se produjo una de las explosiones más fuertes censadas desde el 27 de marzo. La nube de cenizas alcanzó 800 metros de altitud y el viento lo desplazó sobre el distrito de San Juan de Tarucani luego hasta la gran ciudad de Arequipa. Luego de esta explosión el volcán conoció un renadío de actividad (sucesión de explosiones, sismos importantes y de larga duración, emisiones más macizas de gas y crecimiento del área de dispersión de las cenizas), para permanecer sin actividad hasta 2014.

2014

El 10 de abril de 2014, se registraron sismos continuos durante dos días hasta que los gases y la columna de humo se levantaban nuevamente, la actividad sísmica continuó interrumpidamente hasta el 2 de mayo, cuando se registró la explosión más fuerte (incluso que la del 2006) que arrojó rocas magmáticas de hasta 1.5 m de diámetro en un radio de 2 km a la redonda, se espera que la pluma de ceniza alcance los 8.000 a 10.000 m de altitud, por lo que el distrito fue puesto en alerta naranja para la evacuación de al menos 10 poblados.

PUNTA DE COLES

La Punta Coles es una saliente rocosa que se adentra en aguas del océano Pacífico, situada al sur del Perú en la costa de la provincia de Ilo, en el departamento de Moquegua. Se encuentra ubicada a unos 7 km al suroeste de la ciudad de Ilo. Destaca por su gran interés ecológico, pues constituye una gran reserva biológica de numerosas especies de fauna terrestre y marina.1 Por tal motivo, en el 2009 la punta Coles quedó protegida por ley dentro de la Reserva nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, una reserva natural que protege y conserva muestras representativas de la diversidad biológica de los ecosistemas marino-costeros del Perú.

Descripción geográfica

La punta Coles se localiza en torno a los 17º 42’ de latitud S y los 71º 22’ de longitud O. Se caracteriza por ser una formación rocosa con bordes acantilados de poca altura, rodeada de peñascos y escollos.2 Presenta una forma ovalada con un relieve llano y algunas elevaciones rocosas, ubicadas al centro y sur de la punta.3 Tiene una longitud de unos 1960 m y una anchura máxima que ronda los 1400 metros.3 La mayor altitud de la punta Coles alcanza 29 msnm, donde se encuentra ubicado un faro de luz que se utiliza como de guía para las embarcaciones que suelen navegar cerca a sus costas.3 Su color marrón con tono gris-blanquecino es el resultado de la mezcla de las capas de guano, la erosión de suelo y los depósitos de arenisca.
En el extremo sur de punta Coles destaca un grupo de islotes y rocas visibles a poca distancia de su orilla, conocidas como islas Coles, en donde rompe con fuerza el mar en cualquier estado de la marea.2 En las inmediaciones de la punta Coles y el grupo de islotes y rocas que se apartan de ella hay buena profundidad, pero el mar es agitado y produce corrientes encontradas y hasta remolinos, lo que usando la espuma de la superficie de las aguas producidas por la reventazón, dan la apariencia de tratarse de una zona de arrecifes en sus proximidades.


Diversidad biológica

Pelícano peruano (Pelecanus thagus)

La punta Coles cuenta con una importante colonia reproductiva del lobo fino sudamericano (Arctophoca australis)
La punta Coles es un lugar de gran valor ecológico y paisajístico, en el que habitan especies típicas de ecosistemas marino-costeros, que han encontrado en la punta un lugar de alimentación, reproducción y descanso. Entre las principales especies de aves marinas que se reproducen en la punta se encuentran tres especies de aves endémicas de la corriente de Humboldt: el pelícano peruano (Pelecanus thagus), el pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti) y el piquero peruano (Sula variegata), además de la chuita (Phalacrocorax gaimardi), el ostrero común (Haematopus palliatus), el ostrero negro (Haematopus ater),1 entre otras. Asimismo, la punta es un lugar de aposentamiento para otras especies de aves como el cormorán guanay (Phalacrocorax bougainvillii), el cormorán neotropical o cushuri (Phalacrocorax brasilianus), el zarcillo (Larosterna inca), la gaviota peruana (Larus belcheri), el gallinazo cabeza roja (Cathartes aura), el marisquero (Cinclodes taczanowskii), el vuelve piedras (Arenaria interpres), la garza menor (Egretta thula), el playerito (Actitis macularía), el zarapito (Numenius phaeopus), etc.

En esta punta se han identificado bancos naturales de invertebrados marinos, donde los moluscos y crustáceos son los grupos taxonómicos más representativos. Las comunidades que presentan una considerable abundancia poblacional son el choro (Aulacomya ater), la lapa negra (Fissurella latimarginata), el cangrejo peludo (Cancer setosus), el chanque (Concholepas concholepas), el pulpo (Octopus mimus), el cangrejo violáceo (Platixanthus orbigny), el barquillo (Acanthopleura echinata), el caracol (Thais chocolate), pico de loro (Balanus laevis) y, finalmente, los equinodermos como el erizo rojo (Loxechinus albus) y el erizo negro (Tetrapigus niger).

En punta Coles existe una importante colonia reproductiva del lobo fino sudamericano (Arctophoca australis), la cual es una de las más grandes de la costa del Perú.5 Asimismo, podemos encontrar poblaciones del lobo chusco sudamericano (Otaria flavescens), el murciélago o vampiro común (Desmodus rotundus) que se alimenta de la sangre de los lobos marinos y, una especie de carnívoro, la nutria marina o chungungo (Lontra felina).

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