sábado, 25 de abril de 2015
miércoles, 25 de febrero de 2015
JOSE CARLOS MARIATEGUI LA CHIRA
(José Carlos Mariátegui La Chira; Moquegua,
1894 - Lima, 1930) Ensayista peruano, uno de los pensadores más influyentes en
el ámbito de la reflexión sobre la cultura y sociedad de su país. Destacado
activista político, fue además el fundador del Partido Socialista Marxista
Peruano.
Su madre, Amalia La Chira, se había casado
con Javier Francisco Mariátegui en 1882, en el pueblo de Sayán, de donde ella
era originaria. Poco después fue abandonada por su marido, quien la dejó a
cargo de los tres hijos del matrimonio. Cuando la familia se instaló en Lima,
José del Carmen Eliseo cambió su nombre por el de José Carlos. Durante una
estancia en Huacho, Mariátegui sufrió un accidente que dañó su rodilla
izquierda y, aunque fue tratado en la Maisón de Santé de Lima, perteneciente a
la Beneficencia Francesa, finalmente quedó cojo, lo que le obligó a abandonar
sus estudios escolares. Durante su convalecencia inició su formación
autodidacta con su madre y su hermana mayor.
José Carlos Mariátegui
Para contribuir al sostén de la familia entró
a trabajar en el diario La Prensa como ayudante en los talleres de linotipia y
fue ascendiendo lentamente dentro del periódico. Su deseo de incorporarse al
grupo de redactores lo motivó a publicar en 1911 un artículo sin autorización,
pero a principios de 1914, tras un duro período de aprendizaje periodístico,
comenzó a escribir regularmente como redactor con el seudónimo de Juan
Croniqueur. Más adelante colaboraría en diferentes revistas sociales e hípicas
como Mundo Limeño, Lulú, El Turf, Vesperal y Alma Latina.
Su amistad con Abraham Valdelomar le permitió
entrar a formar parte del entorno del grupo Colónida. Además de sus crónicas
periodísticas, escribió cuentos, poemas y dos obras teatrales, tituladas Las
Tapadas y La Mariscala, escritas en colaboración con Julio de la Paz y Abraham
Valdelomar, respectivamente, que no recibieron buenos comentarios de la
crítica.
A mediados de 1916 pasó al diario El Tiempo
para realizar la crónica parlamentaria, lo cual le permitió conocer la política
de su época desde dentro. Sin embargo, mantuvo algunas de sus actitudes
decadentistas, las cuales motivarían un escándalo en noviembre de 1917, cuando,
acompañado de la bailarina suizo-argentina Norka Rouskaya y de un grupo de
escritores, se introdujeron a medianoche en el cementerio de Lima para ver
danzar a la bailarina la Marcha Fúnebre de Chopin.
Durante 1918, bajo la influencia de la
revolución rusa, la prédica del presidente norteamericano Wilson, la revista
España de Luis Araquistain y de las ideas de Víctor Maúrtua, Mariátegui se
adhiere al socialismo y lanza la revista Nuestra Época, dirigida por él mismo y
por César Falcón, de la que sólo vieron la luz dos números, debido a la
publicación de un artículo antimilitarista que motivó un ataque callejero a un
grupo de oficiales. Junto a otros intelectuales y algunos obreros, fundó el
Comité de Propaganda y Organización Socialista, que tuvo muy corta vida debido
a divergencias internas. Por el mismo motivo abandonó diario El Tiempo a
principios de 1919 y fundó La Razón. Codirigido con César Falcón, dicho
periódico apoyó la lucha obrera y la reforma universitaria.
Tras el golpe de Augusto B. Leguía, el 4 de
julio de 1919, su línea periodística fue de radical oposición al régimen,
motivo por el cual la Imprenta Arzobispal se negó a continuar editando el
diario. En este estado de cosas, el gobierno de Leguía ofreció becas para
viajar a Europa, así que Mariátegui partió hacia Italia y César Falcón hacia
España.
En Europa se quedaría Mariátegui hasta
principios de 1923, en un periplo en el que recorrió Italia, Francia, Alemania,
Austria, Hungría y Checoslovaquia, aprendió varios idiomas y consolidó su
formación política e ideológica, adhiriéndose al marxismo y a la línea de la
Tercera Internacional o Comintern. Participó como testigo en importantes
eventos como el Congreso del Partido Socialista Italiano en Livorno, el
Congreso Económico Mundial auspiciado por la Sociedad de las Naciones, y las
huelgas obreras en el norte de Italia. Fue también testigo de excepción de las
consecuencias de la Gran Guerra europea: la situación alemana, el problema de
las reparaciones, la derrota del gobierno soviético húngaro y el ascenso del
fascismo italiano. Sus impresiones fueron publicados por el diario El Tiempo
bajo el epígrafe general de "Cartas de Italia".
En Europa, junto con los peruanos Carlos Roe,
Palmiro Machiavelo y César Falcón, fundó la primera Célula Comunista peruana,
que intentaba impulsar la organización independiente de los obreros peruanos.
En 1920 se casó con Anna Chiappe. En marzo de 1923 regresó al Perú y se
incorporó a las Universidades Populares Gonzales Prada, en donde inició una
campaña de difusión de las nuevas tendencias políticas europeas y de adhesión a
la revolución bolchevique de Rusia, a través de un ciclo de conferencias
titulada Historia de la Crisis Mundial. Para poder sostenerse inició sus
colaboraciones en la revista Variedades, publicando artículos sobre temas
europeos bajo el epígrafe general de "Figuras y Aspectos de la Vida
Mundial".
Cuando Haya de la Torre fue deportado como
consecuencia de las protestas del 23 mayo de 1923 contra la Consagración del
Perú al Corazón de Jesús, Mariátegui asumió la dirección de la revista
Claridad, dándole una nueva orientación, e impulsó la creación de la Editorial
Obrera Claridad con el fin de publicar y difundir las nuevas ideas. Todas estas
actividades se vieron afectadas en mayo de 1924 por una crisis de su enfermedad
infantil que le obligó a la amputación de su pierna derecha, condenándolo a
usar una silla de ruedas por el resto de su vida.
A pesar de ello, Mariátegui reanudó sus
colaboraciones en Variedades y en la revista Mundial, bajo el epígrafe general
de "Peruanicemos al Perú". En octubre de 1925 funda con su hermano
Julio César la Editorial Minerva y publica su primer libro: La Escena
Contemporánea. A principios de 1926 se adhiere a la organización de la Alianza
Popular Revolucionaria Americana (APRA) impulsada por Haya de la Torre y
definida como un frente único de obreros manuales e intelectuales.
En setiembre de 1926 fundó la revista Amauta.
Considerada la más importante y paradigmática del siglo XX, en sus páginas se
publicaron importantes trabajos de la nueva generación intelectual. Además de
las nuevas corrientes intelectuales, políticas, artísticas y literarias de
Europa, Amauta fue expresión de las dos tendencias más importantes del Perú de
los años 20: el indigenismo y la vanguardia. En junio de 1927, la revista
Amauta fue clausurada por la supuesta existencia de un "complot
comunista" para derrocar al gobierno de Leguía. Apresado en el hospital
militar de San Bartolomé, una campaña internacional abogó por su libertad.
Aunque liberado, la revista Amauta tardaría en aparecer, por lo que Mariátegui
estudiaba la posibilidad de trasladarse a Buenos Aires o a Montevideo.
En abril de 1928 se produjo la ruptura entre
Mariátegui y Haya de la Torre por las discrepancias con respecto a la
organización de la APRA. Mariátegui denunció la ruptura unilateral de la
política de frente único por la de partido único, y la práctica política basada
en "el bluff y la mentira" propia de la política civilista. En este
contexto, Mariátegui tomó contacto con la Secretaría Sindical de la Tercera
Internacional y envió delegados al IV Congreso de la Sindical Roja o Profintern
en Moscú y al Congreso de los Países Orientales en Bakú. Con ello se iniciaron
los vínculos de Mariátegui y sus colaboradores con la Tercera Internacional.
Acorde con la nueva situación, la revista
Amauta se define socialista en setiembre de 1928. Semanas después, el 8 de
octubre se funda el Partido Socialista y Mariátegui es elegido Secretario
General. El nombre del partido no estaba acorde con los requisitos solicitados
por la Tercera Internacional para ser reconocidos como su sección peruana, lo
cual dio lugar a una serie de presiones para cambiar dicho nombre por el de
Partido Comunista. A fines de 1928 publica sus Siete Ensayos de Interpretación
de la Realidad Peruana, uno de los libros más lúcidos escritos sobre los
problemas del Perú. La alternativa planteada por Mariátegui se basa en una
interpretación marxista de la realidad peruana, aunque heterodoxa dentro del
dogma comunista de la época.
Inició además, a través de la edición del
quincenario Labor, que apareció en noviembre de 1928, una campaña pro fundación
de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), cuyo Comité
Organizador se creó en mayo de 1929. Al mismo tiempo envió delegados al
Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana de
Montevideo y a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana de Buenos
Aires. Allí se manifestaron abiertamente las discrepancias entre las tesis
peruanas y las del Buró Sudamericano de la Tercera Internacional. Sin embargo,
Mariátegui fue elegido miembro del Consejo General de la Liga Antimperialista,
organismo impulsada por la Tercera Internacional.
En setiembre de 1929 la casa de Mariátegui
fue allanada nuevamente, esta vez tras la denuncia de un supuesto "complot
judío". El quincenario Labor fue clausurado y ya no aparecería más.
Mariátegui decidió entonces viajar a Buenos Aires. Buscó el apoyo del escritor
argentino Samuel Glusberg y del peruano Luis Alberto Sánchez, que en ese
entonces se hallaba en Chile. Propició el ingreso de Eudocio Ravines, exiliado
peruano en Europa, para que se ocupase de la Secretaría General del Partido
Socialista.
En febrero de 1930 Eudocio Ravines asume la
Secretaría General y Mariátegui finaliza su viaje a Buenos Aires. Pero a fines
de marzo una recaída de su vieja dolencia infantil obligó a internarlo en la Clínica
Villarán, donde falleció el 16 de abril. Muerto Mariátegui y bajo recomendación
del Buró Sudamericano de la Tercera Internacional, el 20 de mayo se cambió el
nombre del Partido Socialista por el de Partido Comunista.
El pensamiento de José Carlos Mariátegui
Hasta 1919, fecha en que volvió al Perú
después de permanecer tres años en Europa, duró lo que él llamó su "edad
de piedra" para referirse a la evolución de su pensamiento. De regreso a
Lima, inició la ya relatada campaña de proselitismo ideológico, hasta
declararse "marxista convicto y confeso": en esa época fundaría la
Confederación General de Trabajadores y el Partido Socialista.
Un hito fundamental de su trayectoria fue la
fundación de la famosa revista Amauta (1926-1930), que contribuyó a difundir no
sólo el ideario socialista, sino también las principales manifestaciones de la
vanguardia, y que propició la discusión de los problemas más sensibles del Perú
de entonces, como la cuestión indigenista, en la que tomó partido concibiendo
el indigenismo dentro de un contexto más amplio, alejándose de la ortodoxia de
considerar a este movimiento la única vía posible de expresión para el arte y
la literatura peruana.
Sus ideas en esta etapa tienen dos claros
referentes doctrinarios: el materialismo histórico y el socialismo marxista;
con ellos, articuló de manera sólida y coherente una visión del Perú que hasta
hoy sigue siendo referencia obligada. En ese sentido, uno de sus libros más
difundidos, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928),
representa un auténtico paradigma de análisis político, social y cultural, y
coloca a Mariátegui como iniciador del ensayo como materia y estructura en la
literatura nacional.
En el primer ensayo de los contenidos en
dicha obra, se estudia brevemente la evolución de la economía peruana,
subrayando la influencia negativa que para el desarrollo de la economía
capitalista en el Perú ejerce el régimen feudal imperante. En el segundo se
ocupa del problema del indio y propugna un nuevo planteamiento que lo vincule
al de la propiedad de la tierra. El régimen de propiedad agraria es el tema del
tercer ensayo. En él se hace un profundo y minucioso examen de la situación de
la economía agrícola en las diversas regiones del Perú y de los problemas
jurídicos y sociales ligados a ella. El cuarto, titulado "El Proceso de la
Instrucción Pública", constituye una contribución al análisis de los
problemas que plantea la educación peruana, desde la perspectiva del socialismo.
El quinto de los Siete ensayos de
interpretación de la realidad peruana estudia la función que la religión ha
tenido en la vida peruana. En el sexto, titulado "Regionalismo y
Centralismo", el autor toma posición en el debate entre los defensores de
la organización central y los federalistas. Frente a ellos, defiende un nuevo
regionalismo, opuesto tanto al centralismo que olvida los intereses de las
provincias, cuanto al regionalismo de cepa feudal. En el séptimo y último
ensayo se hace una revisión del proceso de la literatura peruana. Mariátegui
señala la dependencia de ésta respecto a la organización económica del Perú en
sus diversas etapas históricas y destaca, como rasgos característicos de la
literatura de la época, la liberación del espíritu colonial, la tendencia
creciente a aproximarse a la vida nacional y la influencia del espíritu
cosmopolita.
Su posición marxista decidida y apasionada lo
llevó con frecuencia a la polémica, y fruto de ella fue su trabajo titulado
Defensa del marxismo, frente a la posición revisionista del político y teórico
belga Henri de Man. Cabe anotar un rasgo peculiar de su pensamiento marxista,
al que él consideraba no calco ni copia, sino "creación heroica": su
heterodoxia, especialmente en el terreno del análisis literario.
En efecto, Mariátegui rebasó las fronteras
del historicismo positivista y los límites que imponía el marxismo al arte, y
al mismo tiempo concibió la literatura como un fenómeno estético, histórico y
social. Asimismo, es valiosa su periodización de la literatura peruana en tres
fases: colonial, cosmopolita y nacional. Fue por tanto un agudo crítico de la
cultura de su tiempo y mantuvo siempre una sensibilidad despierta y entusiasta
ante las nuevas formas artísticas surgidas entre las décadas de 1920 y 1930. Su
prematura muerte truncó su obra.
PUNTA DE COLES
La Punta Coles es una saliente rocosa que se adentra en
aguas del océano Pacífico, situada al sur del Perú en la costa de la provincia
de Ilo, en el departamento de Moquegua. Se encuentra ubicada a unos 7 km al
suroeste de la ciudad de Ilo. Destaca por su gran interés ecológico, pues
constituye una gran reserva biológica de numerosas especies de fauna terrestre
y marina.1 Por tal motivo, en el 2009 la punta Coles quedó protegida por ley
dentro de la Reserva nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, una
reserva natural que protege y conserva muestras representativas de la
diversidad biológica de los ecosistemas marino-costeros del Perú.
Descripción geográfica
La punta Coles se localiza en torno a los 17º 42’ de
latitud S y los 71º 22’ de longitud O. Se caracteriza por ser una formación
rocosa con bordes acantilados de poca altura, rodeada de peñascos y escollos.2
Presenta una forma ovalada con un relieve llano y algunas elevaciones rocosas,
ubicadas al centro y sur de la punta.3 Tiene una longitud de unos 1960 m y una
anchura máxima que ronda los 1400 metros.3 La mayor altitud de la punta Coles
alcanza 29 msnm, donde se encuentra ubicado un faro de luz que se utiliza como
de guía para las embarcaciones que suelen navegar cerca a sus costas.3 Su color
marrón con tono gris-blanquecino es el resultado de la mezcla de las capas de
guano, la erosión de suelo y los depósitos de arenisca.
En el extremo sur de punta Coles destaca un grupo de
islotes y rocas visibles a poca distancia de su orilla, conocidas como islas
Coles, en donde rompe con fuerza el mar en cualquier estado de la marea.2 En
las inmediaciones de la punta Coles y el grupo de islotes y rocas que se
apartan de ella hay buena profundidad, pero el mar es agitado y produce
corrientes encontradas y hasta remolinos, lo que usando la espuma de la
superficie de las aguas producidas por la reventazón, dan la apariencia de
tratarse de una zona de arrecifes en sus proximidades.2
Diversidad biológica
Pelícano peruano
(Pelecanus thagus)
La punta Coles cuenta con una importante colonia
reproductiva del lobo fino sudamericano (Arctophoca australis). La punta Coles es un lugar de gran valor ecológico y
paisajístico, en el que habitan especies típicas de ecosistemas
marino-costeros, que han encontrado en la punta un lugar de alimentación,
reproducción y descanso. Entre las principales especies de aves marinas que se
reproducen en la punta se encuentran tres especies de aves endémicas de la
corriente de Humboldt: el pelícano peruano (Pelecanus thagus), el pingüino de
Humboldt (Spheniscus humboldti) y el piquero peruano (Sula variegata), además
de la chuita (Phalacrocorax gaimardi), el ostrero común (Haematopus palliatus),
el ostrero negro (Haematopus ater),1 entre otras. Asimismo, la punta es un
lugar de aposentamiento para otras especies de aves como el cormorán guanay
(Phalacrocorax bougainvillii), el cormorán neotropical o cushuri (Phalacrocorax
brasilianus), el zarcillo (Larosterna inca), la gaviota peruana (Larus
belcheri), el gallinazo cabeza roja (Cathartes aura), el marisquero (Cinclodes
taczanowskii), el vuelve piedras (Arenaria interpres), la garza menor (Egretta
thula), el playerito (Actitis macularía), el zarapito (Numenius phaeopus), etc.
En esta punta se han identificado bancos naturales de
invertebrados marinos, donde los moluscos y crustáceos son los grupos
taxonómicos más representativos. Las comunidades que presentan una considerable
abundancia poblacional son el choro (Aulacomya ater), la lapa negra (Fissurella
latimarginata), el cangrejo peludo (Cancer setosus), el chanque (Concholepas
concholepas), el pulpo (Octopus mimus), el cangrejo violáceo (Platixanthus
orbigny), el barquillo (Acanthopleura echinata), el caracol (Thais chocolate),
pico de loro (Balanus laevis) y, finalmente, los equinodermos como el erizo
rojo (Loxechinus albus) y el erizo negro (Tetrapigus niger).
En punta Coles existe una importante colonia reproductiva
del lobo fino sudamericano (Arctophoca australis), la cual es una de las más
grandes de la costa del Perú.5 Asimismo, podemos encontrar poblaciones del lobo
chusco sudamericano (Otaria flavescens), el murciélago o vampiro común
(Desmodus rotundus) que se alimenta de la sangre de los lobos marinos y, una
especie de carnívoro, la nutria marina o chungungo (Lontra felina).
VOLCAN UBINAS
Ubinas es un estratovolcán situado en el distrito de Ubinas, provincia de General Sánchez Cerro, departamento de Moquegua, al sur del Perú. Culmina a 5.672 msnm y cubre una superficie de 45 km².
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), 23 episodios de gran actividad tanto fumarólica y de emisiones de cenizas han sido registrados desde el siglo XVI, por lo que es considerado el volcán más activo del Perú.1
Descripción
Ubinas se encuentra en el suroeste de Perú. Las laderas superiores del volcán, están compuestas principalmente por los flujos de lava andesíticos del Pleistoceno que tienen una inclinación de cerca de 45 grados. La caldera de la cumbre tiene paredes empinadas de 150 m de alto y un radio de a 1,4 km de ancho, contiene un cono de ceniza con unos 500 m de ancho, mientras que la chimenea de ventilación en forma de embudo se encuentra a 200 m de profundidad. Depósitos de escombros y avalanchas del colapso del flanco SE de Ubinas se extienden a 10 km del volcán.
El volcán es un cono compuesto construido en una meseta formada a partir del Oligoceno - Mioceno (Neógeno) ignimbritas y rocas intrusivas . Ubinas se compone de dos estructuras geológicas que dividen a dos períodos principales de su comportamiento eruptivo. El primero es el volcán más bajo de 600 m de altura llamado Ubinas 1 (período eruptivo > 376 ka ), que colapsó y formó un depósito de escombros de avalancha en la medida de hasta 12 km aguas abajo de Río Ubinas. Este colapso fue seguido por una erupción de ignimbritas no soldadas, que formaron un encharcamiento de un espesor de 150 m por 5 km de diámetro en la cima, que fue cubierta por un grueso depósito de ceniza/pómez de 100 m de espesor . Ubinas 1 está cubierto por un cono empinado más de 900 m de altura llamado Ubinas 2 (período eruptivo < 376 ka ). Ubinas 2 formó la caldera de la cumbre, con paredes de hasta 300 m de altura, que consta de los flujos de lava de alteración hidrotermal. Esta morfología fue creada por frecuentes erupciones en el Holoceno tardío del cráter interno más joven. El cráter interior es de menos de 200 m de altura y muestra alteración hidrotermal penetrante y fracturas abundantes . Eventos explosivos incontables han tenido lugar dentro de la caldera de la cumbre durante la última 9.7 ky , y se ha sugerido por Thouret que la caldera se considera gravitacionalmente inestable .
Actividad volcánica reciente
2006
Desde el 27 de marzo de 2006, su actividad aumentó fuertemente (explosiones, eyección de piedras y de cenizas), con emisiones de gases tóxicos que provocaron pérdidas de cabezas de ganado (bovinos, llamas y alpacas) y necesidad medidas preventivas de evacuación de los habitantes de la localidad deQuerapi (300 habitantes).
El 10 de mayo, mientras que la actividad se había por dos 2 semanas, se produjeron nuevamente dos explosiones. La primera proyectó cenizas hasta 1 200 metros de altitud. La segunda proyectó piedras incandescentes hasta 1 km (contra 500 metros en el momento de las explosiones precedentes). Las localidades de Ubinas, Tonohaya, Sacohaya y Anascapa, donde se refugiaron los habitantes de Querapi, estuvieron dos días y una noche con lluvia de cenizas.
Entre el 31 de mayo y 3 de junio, las nuevas explosiones justificaron el paso a la alerta naranja. Fragmentos de lava incandescente fueron expulsados a 200 metros, el penacho alcanzó 4 km de altura y las cenizas se dispersaron en las direcciones de este a sureste y hacia las localidades del distrito de Ubinas. La composición química de la fuente termal situada a 6 km al sudeste del volcán puso en evidencia una subida de gases magmáticos, por la alta la concentración en iones carbonatados. Con estos indicadores, se procedió a la evacuación completa de las poblaciones y del ganado del distrito hacia las pampas de Candagua en el distrito de Matalaque a 50 km del volcán.
El 19 de julio se produjo una de las explosiones más fuertes censadas desde el 27 de marzo. La nube de cenizas alcanzó 800 metros de altitud y el viento lo desplazó sobre el distrito de San Juan de Tarucani luego hasta la gran ciudad de Arequipa. Luego de esta explosión el volcán conoció un renadío de actividad (sucesión de explosiones, sismos importantes y de larga duración, emisiones más macizas de gas y crecimiento del área de dispersión de las cenizas), para permanecer sin actividad hasta 2014.
2014
El 10 de abril de 2014, se registraron sismos continuos durante dos días hasta que los gases y la columna de humo se levantaban nuevamente, la actividad sísmica continuó interrumpidamente hasta el 2 de mayo, cuando se registró la explosión más fuerte (incluso que la del 2006) que arrojó rocas magmáticas de hasta 1.5 m de diámetro en un radio de 2 km a la redonda, se espera que la pluma de ceniza alcance los 8.000 a 10.000 m de altitud, por lo que el distrito fue puesto en alerta naranja para la evacuación de al menos 10 poblados.
CULTURA CHIRIBAYA
La cultura Chiribaya se
desarrolló en la parte centro-sur de los Andes centrales, en el actual Perú,
entre los años 900 y 1350 que corresponde al periodo Intermedio Tardío. El
núcleo de esta cultura, fue en la cuenca del Río Osmore que se ubica en el
Distrito del Algarrobal, Provincia de Ilo, logrando una expansión por el norte
con el Valle Tambo(Arequipa), Por el sur hasta el valle de Azapa (Chile) y hacia
las partes altas 3.000 m.s.n.m. aprox.. Su población se dedicó a la
agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio. Tuvieron fuertes relaciones
con etnias vecinas como churajón, colla y lupaca, a quienes abastecían de maíz,
pescado, frutas, moluscos y fertilizantes (el guano de isla). Hacia el año 1350
esta cultura fue anexada al Imperio incaico.
El núcleo de esta
cultura se encontraba en la cuenca del río Osmore, ubicado en el distrito de El
Algarrobal (provincia de Ilo), alcanzando por el norte el valle Tambo
(Arequipa), y por el sur hasta el valle de Azapa (Chile) y hasta los 3000 msnm
aproximadamente hacia las partes altas de los valles.
Organización
social
Los chiribaya no eran
una sociedad compleja, y los que mandaban eran jefes o caciques locales con sus
familias. Vivían de la agricultura, la ganadería y la pesca y poseían una
tecnología bastante avanzada. Sus casas eran de barro y caña y por eso no se
han conservado. Probablemente existían algunas diferencias de estatus y,
posiblemente, una elite. En esa sociedad las diferencias de clase no eran tan
marcadas como en otros grupos.
Agricultura
Cultivaron
principalmente el maíz, destacando también el fréjol, el camote, el jáquima, la
yuca y el zapallo chaira; y frutos como la guayaba, la cúrcuma y el paca.
Ganadería
Representada por tres
tipos de camélidos: las llamas, las alpacas y las vicuñas. Esta actividad se
daba principalmente en los pastizales naturales de las lomas costeras, para lo
cual desarrollaron una raza especial de perro: el pastor chiribaya.
Pesca
Esta actividad otorgó la
dieta alimenticia básica de la población.
Arte
Dentro de las
actividades de los chiribayas encontramos trabajo en metales, madera, piedra y
fibra de vegetales como la totora. Esta variada producción servía como medio de
intercambio con artículos del altiplano y de las selvas orientales.
EL HISTORICO CERRO BAUL
Cerro Baúl es un yacimiento
arqueológico del Perú, que data de la época preincaica y se halla sobre la cima
de una meseta o cerro de acceso difícil. Está ubicado a 12 km al norte de la
ciudad de Moquegua, en medio del valle del río Torata, distrito de Torata,
provincia de Mariscal Nieto, departamento de Moquegua, y a 2.400 msnm. Fue un
enclave o colonia de la cultura Huari en medio de una región bajo influjo
tiahuanacota. Defendida militarmente, servía de centro de explotación de los
recursos naturales de la zona que finalmente eran trasladados a la metrópoli,
Huari. También se han hallado indicios de presencia Estuquiña e incaica. El
cerro en cuya cima aplanada se extienden las ruinas prehispánicas es una
curiosa e imponente formación geológica, que domina el paisaje moqueguano. Su
nombre se debe a que el perímetro de su cima aparece cortado perpendicularmente
y posee un notable parecido con un baúl, mueble que antaño era de uso muy
popular en todo el Perú pero que actualmente solo se mantiene vigente en
algunos sectores de la sierra.
Proyecto Contisuyo
Las exploraciones y estudios
arqueológicos fueron realizados a partir de la década de 1990 en el marco del
llamado Programa Contisuyo, auspiciado por la empresa minera norteamericana
Southern Peru, explotadora de la cercana mina de cobre de Cuajone, y que
involucraba también al Instituto Nacional de Cultura del Perú. Inicialmente, el
proyecto se enfrascó en explorar la región, para descubrir y registrar los
yacimientos arqueológicos, que en total llegaron a más de 500. Luego se
concentró en explorar y estudiar el que es sin duda el más importante de todos
esos sitios: Cerro Baúl. Integraron el proyecto un grupo de investigadores:
Michael Moseley, Robert Feldman, Irene Pritzker. En 1994 se inauguró el Museo
Constisuyo.
Cronología
Parte del recinto de Cerro Baúl
data con seguridad de 500 a 700 de nuestra era (Horizonte Medio), época en que
los huari lo convirtieron en una fortaleza y en una especie de enclave o
colonia situada más allá de la frontera sur de su imperio, en medio de una zona
de neta influencia tiahuanacota. Luego de la retirada huari el lugar fue
ocupado por los aldeanos de los contornos. Probablemente siguió siendo usada
como fuerte y una tradición referida por el Inca Garcilaso de la Vega atribuye
su conquista al inca Mayta Cápac (hacia el siglo XIV).
Descripción
La cima del Cerro Baúl se
encuentra cubierto en su lado sureste por una ciudadela en ruinas de
aproximadamente 8 hectáreas. Allí se extienden una serie de plazas, patios,
corredores y edificios de uno a dos pisos; estos edificios son de planta
rectangular, cuadrangular, circular o en forma de D. En el contorno se
encuentran grandes y profundos pozos que probablemente sirvieron como graneros
o como cisternas para guardar agua. Por todos lados hay grandes batanes o
piedras de amolar, cada una de más de 45 kg, así como pedazos de alfarería
regados por el piso, de puro estilo Tiahuanaco.
Cerro Baúl es una fortaleza
natural, donde se dominan los valles adyacentes. El único camino que existe
hasta la cumbre es empinado y estrecho, y atraviesa por un paso sinuoso entre
los antiguos muros de defensa y las escarpaduras de piedra, desde donde se
podía hacer retroceder fácilmente a las tropas que intentaban asaltarla.
Enclave Huari
Cerro Baúl se halla en el valle
costeño de Moquegua, que tradicionalmente ha estado bajo influjo de los
habitantes del altiplano del Titicaca, quienes acudían para abastecerse de
recursos costeños, como el maíz que se cultivaba en el valle medio. En la época
del Horizonte Medio toda esa región se hallaba bajo el influjo político y
cultural del estado de Tiahuanaco. Fue en ese contexto cuando se produjo la
irrupción de los huari, procedentes de Ayacucho, que tomaron el control de
Cerro Baúl de manera intrusiva y militar, tal como lo demuestra el hallazgo de
numerosas puntas de proyectil y lascas de obsidiana, riolita y cuarcita,
similares a los hallados en la ciudad de Huari. Mientras que su contorno se
hallaba regadas de aldeas de influencia tiahuanacota, muy pobladas. Durante
varios siglos, Cerro Baúl dominó esta frontera entre los imperios de Huari y
Tiahuanaco. Mientras que el imperio Huari ejercía su dominio en la sierra y
costa del actual Perú desde su capital cercana a la actual ciudad de Ayacucho,
Tiahuanaco era un Estado con su centro religioso situado a orillas del Titicaca,
cuyo territorio se extendía desde el sur del Perú hasta el norte de Chile. El
valle de Moquegua, dominado por Cerro Baúl, era el único lugar donde los dos
Estados convivían frente a frente. Este
enclave huari regional enquistado en Cerro Baúl debió servir sobre todo para
explotar los yacimientos mineros de la región, así como para poder abastecerse
de productos agrícolas de interés ceremonial, como el maíz por ejemplo. Los
numerosos batanes (moledoras de piedra) hallados en Cerro Baúl habrían sido utilizados
para preparar alimentos o para moler cobre. Se han encontrado también turquesas
y lapislázulis. Todo ello indicaría que este enclave tenía pues, entre otras
funciones, la de servir para el almacenaje previo y temporal de materiales
antes de ser transportados a la ciudad de Huari
Conquista Incaica
El Inca Garcilaso de la Vega
cuenta que los pobladores de la zona se hicieron fuertes concentrándose en un
lugar para resistir a las tropas del Inca Mayta Cápac, que desde el altiplano
avanzaba incontenible hacia la costa; todo indica que se refiera al Cerro Baúl
como lugar de esa resistencia, por ser el único lugar apropiado de la región
para tal estrategia. Luego de un sitio de 50 días y tras comprobar que el Inca
era benevolente, los defensores se rindieron; al menos así lo relata Garcilaso:
Llegaron [las tropas de Mayta Cápac] a una provincia llamada Cuchuna, de
población suelta y derramada, aunque de mucha gente. Los naturales, con la
nueva del nuevo ejército, hicieron un fuerte, donde se metieron con sus mujeres
e hijos. Los Incas los cercaron y, por guardar el orden de su Rey, no quisieron
combatir el fuerte, que era harto flaco; ofreciéronles los partidos de paz y
amistad. Los enemigos no quisieron recibir ninguno. En esta porfía estuvieron
los unos y los otros más de cincuenta días, en los cuales se ofrecieron muchas
ocasiones en que los Incas pudieran hacer mucho daño a los contrarios, mas por
guardar su antigua costumbre y el orden particular del Inca, no quisieron
pelear con ellos más de apretarles con el cerco. Por otra parte les apretaba la
hambre, enemiga cruel de gente cercada, y fue grande a causa que por la
repentina venida de los Incas no habían hecho bastante provisión ni entendieron
que porfiaran tanto en el cerco, sino que se fueran, viéndolos pertinaces. La
gente mayor, hombres y mujeres, sufrían la hambre con buen ánimo, mas los
muchachos y niños, no pudiendo sufrirla, se iban por los campos a buscar yerbas
y muchos se iban a los enemigos, y los padres lo consentían por no verlos morir
delante de sí. Los Incas los recogían y les daban de comer y algo que llevasen
a sus padres, y con la poca comida les enviaban los partidos acostumbrados de
paz y amistad. Todo lo cual visto por los contrarios y que no esperaban
socorro, acordaron entregarse sin partido alguno, pareciéndoles que los que
habían sido tan clementes y piadosos cuando ellos eran rebeldes y contrarios,
lo serían mucho más cuando los viesen rendidos y humillados: así se rindieron a
la voluntad de los Incas, los cuales los recibieron con afabilidad, sin mostrar
enojo ni reprenderles de la pertinacia pasada; antes les hicieron amistad y les
dieron de comer y les desengañaron, diciéndoles que el Inca, hijo del Sol, no
procuraba ganar tierras para tiranizarlas, sino para hacer bien a moradores,
como se lo mandaba su padre el Sol; y para que lo viesen por experiencia,
dieron ropa de vestir y otras dádivas a los principales, diciéndoles que el
Inca les hacía aquellas mercedes; a la gente común dieron bastimento para que
fuesen a sus casas, con que todos quedaron muy contentos. Los arqueólogos han
encontrado vestigios que indicarían que la fortaleza fue abandonada
definitivamente luego de un incendio. Se especula si este siniestro fue el que
puso fin a la resistencia de sus habitantes, por lo que Cerro Baúl sería una
especie de Masada americana, en alusión al último reducto de resistencia de los
judíos durante la primera revuelta contra Roma de los años 66 al 73 de nuestra
era.
Centro de peregrinación
En época actual, Cerro Baúl es un
lugar de culto a donde acuden pobladores moqueguanos de origen altiplánico que
realizan pagapus o ceremonias de invocación a las divinidades andinas, con
coca, velas y aguardiente. A dichas deidades se les hace pedidos de tipo
material, por ejemplo, la obtención de una casa, cuya réplica en miniatura hace
el individuo en el mismo lugar.
LA PILETA ORNAMENTAL DE LA PLAZA DE ARMAS DE MOQUEGUA
De singular característica colonial, la Pileta Ornamental de la Plaza de Armas de Moquegua fue diseñada por el Francés Gustavo Eiffiel, y construida de fierro. La Pileta tiene tres cuerpos, tasa y grupo escultórico central, en el centro de la plataforma intermedia, lucen su belleza las tres gracias de la mitología griega: Aglaya, Talía y Edrosine. La Pileta fue instalada en el año 1877.
ESTADIO "25 DE NOVIEMBRE"
El Estadio 25 de Noviembre es un recinto deportivo para la
práctica del fútbol ubicado en la ciudad peruana de Moquegua, capital del
departamento homónimo. Está situado a 1.410 msnm y es utilizado por el Club San
Simón para disputar sus partidos de local en la Primera División.
El estadio es propiedad del Instituto Peruano del Deporte,
fue inaugurado en el año 2009 con el partido entre Cobresol y el América
Cochahuayco, en el que se impuso el cuadro local por 1-0. Tenía un aforo para
9.000 espectadores, estando aún en construcción. Ahora que ya está finalizado
su capacidad es de 21.000 espectadores.
El estadio fue una de las sedes del Campeonato Sudamericano
Sub-20 de 2011 que se realizó en los departamentos de Moquegua, Arequipa y
Tacna.
BANDERA DE MOQUEGUA
La bandera de Moquegua tiene,
relativamente, pocos años de creación (década de 1970 aproximadamente), pero
aunque parezca mentira no se cuenta con información precisa acerca de quién fue
su creador, que alcalde convocó al concurso correspondiente ni en que fecha o
donde se encuentre el acta que sustente su creación. El descuido de las autoridades
ediles es evidente, solo se sabe que pudo haber sido durante periodo edil del
Ing. Héctor Rodríguez Juárez quien luego de convocar a concurso público para la
creación del Escudo, posible y arbitrariamente, se instauró la Bandera de
Moquegua con los mismos colores del escudo.
Se sabe que tres son los colores
distintivos de la Bandera de Moquegua: azul y púrpura en los costados y verde
en el centro. Azul por su mar, verde por sus campiña y púrpura por Noviembre,
el mes de su aniversario, ya que en la ciencia heráldica, el color púrpura
representa a dicho mes.
ESCUDO DE MOQUEGUA
Hasta el año 1975, Moquegua no tenia escudo, aunque era
creencia en muchos que el Escudo de Moquegua, se hallaba esculpido en el
frontón de la fachada del antiguo mercado de Abastos de la sexta cuadra del
jirón Ayacucho. Dicho escudo se halla dividido en tres campos: dos en la parte
superior, llevando el del lado derecho una iglesia figurando en el lado
izquierdo un árbol, al parecer un ficus; el tercer campo en la parte inferior
contiene cuatro barras verticales de plata.
Este escudo fue ideado en 1946 por el Párroco de Moquegua
Víctor F. Díaz y el alumno Libertano Fernando Zapata Tejerina cuando llevan a
cabo los trabajos de reparación y ampliación del Mercado de Abastos, en la
gestión Junta Municipal Transitoria, presidida por Carlos Alberto Fernández
Dávila.
También durante un buen tiempo, dio motivo a diversas
especulaciones el escudo que representando a Moquegua, se venía divulgando en
láminas y cuadernos. Dicho escudo con dos campos, llevaba en superior tres
volcanes arrojando humo, que serían el Ticsani de Carumas, el Huaynaputina de
Omate y el Ubinas del pueblo del mismo nombre; en le campo de la parte inferior
un racimo de uvas con dos hojas de parra y debajo la leyenda: "CIUDAD
BENEMERITA A LA PATRIA". Seguramente, con pretensiones de oficializar este
último escudo, apareció en la caratula del programa municipal de los años 1973
y 1974 sobre los actos celebratorios del aniversario de la Ciudad, y también en
la primera página del Suplemento del diario "Correo" de Tacna, del 25
de Noviembre de 1974 editado en homenaje de Moquegua. Probablemente este escudo
fue creación de alguna empresa editora de figuras de álbum, tan en boga en
estos tiempo y cuya colección tanto incentiva el interés de los escolares, o de
alguna firma impresora de cuadernos.
Siendo Alcalde el Ing. Augusto Vizcarra Chocano, elegido en
las elecciones municipales para el periodo 1964 - 1966, se cursaron oficios a
diferentes instituciones y personas de la localidad, haciéndose también
propaganda para un concurso para dotar a Moquegua de un escudo, sin haberse
alcanzado éxito en tal propósito.
Solo en 1975 se crea el Escudo Departamental de Moquegua,
cuando el consejo Provincial presidido por el Ing. Héctor Rodríguez Juárez con
motivo del 434 Aniversario de la fundación de la ciudad, a cumplirse el 25 de
Noviembre, promovió un concurso sobre "El Escudo Departamental de
Moquegua".
De los 42 trabajos presentados quedaron cinco finalistas. El
jurado constituido por. Hugo Diaz Vargas, Luis E. Kuong Cabello, Ing. Augusto
Vizcarra Chocano y en representación de la comuna, Gérman Morón Arata, Tnte.
Alcalde Mario Zegarra, Consejal califico como el mejor trabajo presentado con
el seudónimo de "Trovador" correspondiente a Marco Augusto Zambrano
Pomareda, quien se hizo acreedor al premio consistente en Diploma y Cinco mil
Soles de Oro.
El escudo oficial de Moquegua, se luce en piedra grabada en
relieve, en la fachada del Concejo Provincial de la ciudad desde 1976.
DESCRIPCIÓN DEL ESCUDO DE MOQUEGUA
El Escudo Departamental de Moquegua, tiene la forma del
escudo español y se halla dividido en los tres campos.
En el campo izquierdo sobre un fondo azul, el mar y los
peces, representan la riqueza ictiológica de Ilo y la silueta de una bolichera
constituye la expresión del desarrollo de la industria pesquera en el puerto.
En el campo central sobre un fondo verde, se halla una hoja
de vid, a cuyo cultivo se ha dado importancia en la zona.
Luego, en el mismo campo destaca el "Cerro Baúl",
singular accidente geográfico de la región y en la limpidez del cielo azul, un
sol esplendoroso determinante del clima primaveral de Moquegua.
En el campo derecho, sobre un fondo púrpura, como
aditamentos de la minería, una picota y un casco dentro de éste, el perfil de
una refinería, representando el avance industrial y tecnológico en el
procesamiento y purificación de la riqueza mineral extraída de su suelo.
Marginando el Escudo, se luce el contorno de un lingote de
cobre con la inscripción: MOQUEGUA NOBLE CIUDAD BENEMÉRITA A LA PATRIA. En la
parte inferior del lingote, dos ramas cruzadas de olivo, como ex-ponente de su
cultivo en el valle de Ilo y en la parte superior, sobre una cinta con los
colores de la Bandera de Moquegua, un cóndor con sus alas desplegadas
representando a la serranía del departamento, y en pose para remontarse a las
alturas, como simbolismo del esperanzado despegue que aguarda a Moquegua hacia
alturas insospechosas, por la explotación de la riqueza cuprífera de su suelo
que le ha valido el significativo apelativo de "CAPITAL DEL COBRE
PERUANO".
INTERPRETACIÓN HISTÓRICA DEL ESCUDO DE MOQUEGUA
El Escudo de Moquegua representa las distintas épocas de la
historia de este pueblo. El cerro Baúl rememora las épocas Pre-incaica e
incaica, porque en él los Cochunas con sus mujeres e hijos levantaron un fuerte
(cuyos restos aún quedan) y resistieron durante cincuenta días el continuo
asedio de las hueste quechuas de Maita Cápac que conquistaron Moquegua por el
año 1120.
La hoja vid, recuerda a la Colonia, por el auge que en esa
época alcanzó Moquegua, por el cultivo de la vid y la elaboración de vinos y
aguardientes.
La República se concretiza en los títulos de "CIUDAD (Ley de 18 de
Enero de 1823) y BENEMÉRITA A LA PATRIA (Ley de 6 de Junio de 1828)" que
otorgaron a Moquegua, por los "muy distinguidos servicios" prestados
a la causa de la independencia y en los primeros años de nuestra vida
independiente.
HIMNO DE MOQUEGUA
En el año de 1969 la Municipalidad convocó a un concurso: para la creación del Himno a Moquegua. Se nombró un jurado conformado por los Reverendos padres Anselmo Chávez y Juan José Villema; de igual manera por la señorita Diana León Juarez y el Señor Luis Kuon Cabello.
Las piezas musicales que se presentaron fueron interpretadas al compás del piano de la Escuela Normal Mixta de Samegua, teniendo la dicha de salir en primer puesto la letra del moqueguano Profesor Hebert de la Flor Ángulo, y la melodía es del músico Don Dario González, arequipeño.
El jurado, previa autorización de los creadores del Himno, hizo ligeros arreglos en la letra y en la música, esto para lograr una mejor interpretación. Se entonó oficialmente el Himno a Moquegua el 21 de Noviembre de 1969 con motivo del 428 Aniversario de la Fundación Española, en el cine Teatro Mariscal Nieto; estuvo a cargo de la interpretación musical Banda del B.I. San Pablo 41, la letra por el coro mixto del Colegio Juan XXIII y de las señoritas de la Gran Unidad Escolar Santa Fortunata.
Desde entonces en todas las escuelas, colegios, Unidades Escolares, Centros Superiores, Actos Cívicos y Militares, se entona con reverencia el Himno a Moquegua.
HIMNO DE MOQUEGUA
A Moquegua la tierra querida
Hoy cantemos un himno viril
En la historia tu nombre perdure
Por tus hijos valor y lealtad.
ESTROFAS
El altar de la patria es grandioso
con Nieto el gran Mariscal
y ese altar se enaltece y exalta
con Urquieta y su noble ideal.
Mercedes cabello de Carbonera
Con su estilo cual sola triunfó
Mariátegui, luz de América
Como rayo d4e cielo brilló.
No olvidemos a Manuel Ubalde
Galardón de la patria, el Perú
Ni las bellas heroicas páginas
Que en su historia Moquegua escribió.
Bendigamos el nombre querido
de Moquegua su noble blasón
alumbrando el destino del pueblo
con la tea que enciende la fe.
Moqueguanos, unidos al cielo
Elevemos un canto triunfal
Ensalzando la ubérrima tierra
Que un día nos viera nacer.
CORO
A Moquegua, la tierra querida
Hoy cantemos un himno viril
Dan la historia tu nombre perdure
Por tus valores y lealtad.
Letra: Herbert de la Flor Angulo
Música: Dario Gonzales
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